¿Quieres Que Tus Sueños Se Hagan Realidad? Entonces Deja De Buscar Excusas.

Déjanos ser honestos, todos tenemos sueños. Todos queremos que nuestros sueños se hagan realidad. Sin embargo, la mayoría de las personas no alcanzan sus sueños. La mayoría de las personas se quedan atrapadas en el ciclo de la mediocridad. Nunca llegan a ser lo que podrían haber sido. Siempre se quedan a mitad de camino.

El problema es que muchas personas buscan excusas en lugar de buscar soluciones. Buscan una manera fácil de salir. Buscan una manera de no tener que hacer el trabajo duro necesario para lograr sus objetivos.

¿Has estado tratando de lograr algo durante años, pero aún no has logrado? ¿Estás cansado de fracasar? Si es así, es hora de dejar de buscar excusas. Es hora de dejar de buscar atajos. Es hora de dejar de evitar el trabajo duro necesario para lograr lo que deseas.

En su libro, 'The Compound Effect', Darren Hardy dice: "Las decisiones que tomamos, y no las circunstancias que nos rodean, determinan nuestro destino".

¿Quieres que tus sueños se hagan realidad? Entonces toma las decisiones correctas. Toma las decisiones que te llevarán a donde quieres ir. Toma las decisiones que te harán más fuerte, más inteligente y mejor. Toma las decisiones que aumentarán tus posibilidades de éxito.

Y, sobre todo, deja de buscar excusas. Deja de buscar maneras fáciles de salir. Deja de buscar atajos. En su lugar, ponte manos a la obra y empieza a lograr tus objetivos.

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¿Por qué es importante no buscar excusas si se quiere que los sueños se hagan realidad?

Muchas personas tienen sueños y deseos, pero pocas están dispuestas a hacer lo que sea necesario para hacerlos realidad. En lugar de eso, buscan excusas. “No tengo tiempo”, “No me siento motivado”, “No tengo dinero”… Estas son solo algunas de las muchas excusas que podemos encontrar. Si realmente queremos que nuestros sueños se hagan realidad, debemos dejar de buscar excusas.

Tenemos que darnos cuenta de que nadie va a hacer por nosotros lo que podemos hacer por nosotros mismos. Nadie va a Motivarnos si no nos sentimos motivados, nadie va a darnos tiempo si no lo tomamos nosotros mismos, y nadie va a darnos el dinero si no trabajamos por él.

Debemos aprender a tomar la responsabilidad de nuestras vidas y de nuestros sueños. Solo así podremos lograr lo que nos proponemos. No busques excusas, busca soluciones.

¿De qué formas podemos evitar buscar excusas?

Pablo escribió en 2 Corintios 7:10, "Pues el dolor produce un arrepentimiento que nos lleva a la salvación y no queremos que ninguno padezca el dolor. Porque el arrepentimiento produce una salvación que no tiene arrepentimiento"¿Qué quiere decir esto? Significa que el dolor es un buen señal. Nos muestra que algo anda mal y nos motiva a cambiar.

Sin embargo, a veces ignoramos el dolor y buscamos excusas para no cambiar. Buscamos razones para justificar nuestro mal comportamiento y no hacer lo que sabemos que es correcto.

Aquí hay algunas de las excusas más comunes que podemos usar para evitar el arrepentimiento y el cambio:

"No tengo tiempo." Esta es una de las excusas más comunes. Siempre podemos encontrar una buena razón para no hacer algo: tenemos un trabajo exigente, una familia que cuidar, o simplemente no nos sentimos bien. Pero la verdad es que siempre tenemos tiempo para lo que realmente queremos hacer. Si realmente queremos cambiar, podemos encontrar el tiempo.

"No estoy listo." A veces pensamos que necesitamos más tiempo para prepararnos para el cambio. Creemos que debemos aprender más, o tener más experiencia, antes de que podamos tomar una acción diferente. Pero a menudo esto es solo una forma de procrastinar. En realidad, nunca estaremos 100% listos para el cambio. Tenemos que tomar la decisión de hacerlo, y luego aprender mientras avanzamos.

"Es demasiado difícil." También podemos usar la dificultad como una excusa para no cambiar. Nos decimos a nosotros mismos que el cambio es demasiado difícil, y que no podemos hacerlo. Pero la verdad es que el cambio no es siempre fácil. A veces es difícil, pero siempre es posible. Si realmente queremos cambiar, encontraremos una forma de hacerlo.

"No funcionará." También podemos tener miedo de que el cambio no funcione. Nos decimos a nosotros mismos que hemos intentado antes y no funcionó, así que ¿por qué molestarse? Pero el hecho de que algo no haya funcionado antes no significa que nunca funcionará. A veces se necesita más de un intento para encontrar el camino correcto. No dejes que el miedo te detenga.

"No me importa." Otra excusa común es decirnos a nosotros mismos que no nos importa. Pensamos que el cambio no tiene consecuencias para nosotros, o que no nos afectará de ninguna manera. Pero la verdad es que todo el mundo se ve afectado por el cambio. Si cambiamos nuestro comportamiento, también cambiaremos nuestras relaciones, nuestro trabajo, y hasta nuestra forma de pensar. El cambio siempre tiene consecuencias, y siempre nos afecta.

"No valgo la pena." También podemos usar el valor como una excusa para no cambiar. Nos decimos a nosotros mismos que no somos lo suficientemente buenos, o que no merecemos el esfuerzo. Pero la verdad es que todos merecemos la oportunidad de cambiar. No importa lo que hayamos hecho en el pasado, siempre podemos tomar un camino diferente en el futuro.

Estas son algunas de las excusas más comunes que podemos usar para evitar el arrepentimiento y el cambio. Si reconocemos estas excusas en nosotros mismos, podemos tomar medidas para superarlas. Recordemos que el dolor es un buen señal. Nos muestra que algo anda mal y nos motiva a cambiar. Si realmente queremos cambiar, podemos encontrar el tiempo, la energía y el esfuerzo necesarios para hacerlo.

¿Qué consecuencias pueden tener las excusas en nuestras vidas?

Las consecuencias de usar excusas en nuestras vidas pueden ser muy graves. A menudo, nos justificamos a nosotros mismos diciendo que no podemos hacer algo porque no tenemos tiempo, dinero o estamos cansados. También podemos decir que no somos lo suficientemente buenos para hacerlo. Sin embargo, todas estas excusas son solo eso, excusas. Nos estamos impidiendo hacer lo que Dios nos ha pedido que hagamos.

Podemos ver el efecto de usar excusas en la historia de la Biblia.  Mateo 25, Jesús cuenta la parábola de las diez vírgenes. Esta parábola nos enseña acerca de la importancia de estar preparados para el retorno de Cristo. Cinco de las vírgenes eran prudentes y llenaron sus lámparas con aceite. Las otras cinco vírgenes eran necias y no lo hicieron.

Cuando llegó la noche, todas las vírgenes se durmieron. Pero cuando llegó la medianoche, la novia gala vino y las vírgenes necias se dieron cuenta de que sus lámparas se estaban apagando. Buscaron aceite, pero no lo encontraron. Entonces fueron a buscar aceite a las vírgenes prudentes, pero éstas les dijeron que no tenían suficiente para ellas. Las vírgenes necias se quedaron afuera cuando la novia entró. Jesús dice que esto es una analogía para aquellos que no están preparados para su venida.

Las vírgenes necias no estaban preparadas porque no quisieron serlo. Usaron la excusa de que no tenían tiempo o que no eran lo suficientemente buenas. Pero en realidad, estaban siendo perezosas. No querían hacer lo que se necesitaba para estar preparadas. De la misma manera, podemos usar excusas para no hacer lo que Dios nos ha pedido que hagamos. Podemos decir que no tenemos tiempo para leer la Biblia o ir a la iglesia. Podemos decir que no somos lo suficientemente buenos para servir a los demás. Pero todas estas excusas son solo eso, excusas.

En Lucas 14, Jesús cuenta la parábola de un hombre que fue invitado a un banquete. El hombre no quiso ir, pero el anfitrión insistió. Entonces el hombre usó una serie de excusas. Primero, dijo que estaba ocupado. Luego, dijo que había comprado un campo y necesitaba ir a verlo. Finalmente, dijo que había comprado un burro y necesitaba probarlo. Jesús dice que este hombre no era excusable.

En esta parábola, vemos que el hombre no quería hacer lo que se le pedía. En lugar de eso, usó una serie de excusas para no hacerlo. De la misma manera, podemos usar excusas para no hacer lo que Dios nos ha pedido que hagamos. Podemos decir que no tenemos tiempo para leer la Biblia o ir a la iglesia. Podemos decir que no somos lo suficientemente buenos para servir a los demás. Pero todas estas excusas son solo eso, excusas.

En Mateo 22, Jesús cuenta la parábola de los invitados a un banquete. En esta parábola, un hombre fue invitado a un banquete, pero no quiso ir. En lugar de eso, usó una serie de excusas. Primero, dijo que estaba ocupado. Luego, dijo que había comprado un campo y necesitaba ir a verlo. Finalmente, dijo que había comprado un burro y necesitaba probarlo. Jesús dice que este hombre no era excusable.

En esta parábola, vemos que el hombre no quería hacer lo que se le pedía. En lugar de eso, usó una serie de excusas para no hacerlo. De la misma manera, podemos usar excusas para no hacer lo que Dios nos ha pedido que hagamos. Podemos decir que no tenemos tiempo para leer la Biblia o ir a la iglesia. Podemos decir que no somos lo suficientemente buenos para servir a los demás. Pero todas estas excusas son solo eso, excusas.

En Juan 9, Jesús curó a un hombre ciego de nacimiento. Al ver esto, los fariseos empezaron a preguntarle a Jesús si era pecado o no pecado que el hombre hubiera nacido ciego. Jesús respondió diciendo que el pecado no estaba en el hombre, sino en sus padres. Luego, les preguntó a los fariseos si querían ser libres del pecado. Ellos respondieron que sí. Jesús les dijo que entonces debían dejar de pecar.

¿En qué nos puede ayudar Dios a cumplir nuestros sueños?

Dios nos puede ayudar a cumplir nuestros sueños de muchas maneras. Podemos orar para que Él nos guíe y nos dé sabiduría para tomar las mejores decisiones en nuestras vidas. También podemos buscar inspiración y aliento en Su Palabra, la Biblia. Dios puede usar a otras personas para ayudarnos a cumplir nuestros sueños, y también puede darnos fuerza y perseverancia para seguir luchando cuando las cosas se ponen difíciles. En última instancia, es Él quien nos da el don de la vida misma, y es en Su voluntad y en Su sincronización que nuestros sueños se hacen realidad.

Conclusión

Si quieres que tus sueños se hagan realidad, entonces debes dejar de buscar excusas. Muchas personas pasan por la vida buscando excusas para no luchar por sus sueños. Posiblemente te sientas identificado con esto, y tal vez pienses que no tienes las habilidades necesarias para lograr lo que te propones. Sin embargo, la única manera de saber si puedes o no es poniéndote a prueba. No permitas que tus miedos o inseguridades te impidan intentarlo. Si fallas, aprende de tus errores y sigue adelante. Recuerda que los sueños se cumplen solo si te atreves a luchar por ellos. Deja de buscar excusas y no te rendirás hasta lograrlo.

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