¿Por Qué Somos Justificados, Santificados Y Glorificados Por Dios?.

Es un privilegio estar justificados, santificados y glorificados por Dios. La justificación es el acto de Dios para declarar justos a aquellos que han creído en Jesús. Él nos salva e imparte su gracia, misericordia y amor a aquellos que lo invocan como Señor.

La santificación es el proceso por el cual Dios nos lleva de la perdición a la santidad; se trata de una transformación interior, donde Dios nos moldea espiritualmente para que vivamos vidas piadosas. Por último, la gloria de Dios se manifiesta en nosotros cuando experimentamos la plenitud de su presencia. Estas tres bendiciones provienen de la misma misericordia de Dios:

1. Justificación: Nuestra justificación viene del amor y gracia de Dios. El Señor murió por nosotros para que seamos salvos. A través del sacrificio de Jesús en la cruz, somos reconciliados con nuestro creador. Al admitir a Cristo como nuestro Salvador, somos justificados de todos nuestros pecados y tenemos paz con Dios (Rom. 5:1).

2. Santificación: Una vez que estamos justificados, llegamos al momento de la santificación. Esta es una etapa del crecimiento espiritual donde Dios trabaja en nosotros para limpiar nuestras motones para que vivamos una vida santa. En otras palabras, la santificación es el proceso de separarnos de los principios del mundo para acercarnos a Dios. Dios nos capacitará para que sigamos sus caminos y estemos llenos del Espíritu Santo (Efes. 5:26).

3. Glorificación: Finalmente, estamos glorificados cuando experimentamos la plenitud de la presencia de Dios. Esto es lo más hermoso y gozoso que podemos vivir. Cuando nos abrimos a la gloria de Dios y experimentamos Su amor incondicional, entonces estamos glorificados. Esta es la última etapa de nuestro crecimiento espiritual donde deseamos experimentar la completa presencia de Dios (1 Juan 3:2).

En resumen, somos justificados, santificados y glorificados por Dios a través de la gracia de Cristo. Él nos redimió de nuestros pecados y nos liberó de la condenación eterna. Además, nos ha moldeado para que vivamos una vida santa, llena de la presencia de Dios. Dios nos demuestra su misericordia y nos regala estas tres bendiciones, y por lo tanto, debemos aprovecharlas y honrarlo por ello.

Índice de Contenido
  1. Casa De Dios O Pasarela Del Demonio (( terrible predica )) Belky Zuniga
  2. Pastor Bullón - Justificados pela fé
  3. Preguntas Relacionadas
    1. ¿Qué significa ser justificado, santificado y glorificado por Dios?
    2. ¿Cómo nos afectan estas tres acciones divinas a la vida cristiana?
    3. ¿Qué rol desempeña Jesucristo en nuestra justificación, santificación y glorificación?
    4. ¿Por qué somos tan afortunados de ser justificados, santificados y glorificados por Dios?
  4. Conclusión

Casa De Dios O Pasarela Del Demonio (( terrible predica )) Belky Zuniga

Pastor Bullón - Justificados pela fé

Preguntas Relacionadas

¿Qué significa ser justificado, santificado y glorificado por Dios?

Ser justificado, santificado y glorificado por Dios significa ser el objeto de la grandeza, misericordia y amor de Dios, obteniendo la reconciliación con Él a través de su Hijo, el Señor Jesús. La Biblia nos dice que, mediante la fe en Cristo, somos justificados. Esto significa que somos declarados justos por Dios porque nuestros pecados ya no separan al hombre del Señor.

Justificación
Es el proceso por el cual Dios perdona los pecados, remueve nuestro castigo por ellos, y restaura la relación entre Él y el creyente. En este proceso, somos declarados justos por Dios, como si nunca hayamos pecado. Esto es posible gracias al sacrificio de Jesús, que fue capaz de pagar el precio de nuestros pecados.

Santificación
Es el proceso por el cual Dios nos prepara para Su servicio. Esto implica una transformación por el poder del Espíritu Santo, que nos capacita a santificarnos a nosotros mismos y a otros. A través de la santificación, podemos vivir como agradable a Dios, asumiendo el llamado que nos hizo para ser sus hijos.

Glorificación
Es la consumación de los planes de Dios para nosotros. Significa ser llevados totalmente a la presencia de Dios e iniciaremos la etapa eterna de otra manera, donde nuestra recompensa será mayor que la que recibimos aquí en la tierra. Además, Dios nos glorificará para que podamos vivir para su honor eternamente.

En conclusión, la justificación, santificación y glorificación por parte de Dios son la manifestación de Su grandeza, misericordia y amor para con nosotros, y todos sus procesos nos llevan a una relación cercana con Él, que nos convierte en Sus hijos adorables. Por lo tanto, debemos estar agradecidos y alegres por estos regalos ofrecidos por Dios.

¿Cómo nos afectan estas tres acciones divinas a la vida cristiana?

La Palabra de Dios nos brinda mucha luz sobre la vida cristiana y cómo nos afectan las acciones divinas. La Creación, la Redención y la Revelación son tres de las acciones principales de Dios. Estas nos ayudan a entender muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, como lo que significa ser hijos de Dios.

La Creación nos muestra el amor y la majestuosidad de Dios. Él nos ha dado un mundo en el que habitar y nos ha dotado con herramientas para poder vivir y desarrollarnos según Su propósito. Además, nos provee de todo lo necesario para una vida plena, abundante y satisfactoria.

La Redención es una de las acciones más importantes de Dios. Él nos envió a su Hijo Jesús para ofrecernos el perdón por medio de su sacrificio en la cruz. A partir de esto, nosotros somos liberados del pecado y podemos tener una relación íntima con Dios. Esta acción nos aporta una nueva vida, llena de esperanza y de victoria.

Por último, la Revelación nos ayuda a comprender los Misterios de Dios. Él nos habla a través de Su Palabra y nos da guía para vivir una vida santa y recta.

En conclusión, las tres acciones divinas nos ayudan a conocer mejor quién es Dios y a entender su soberano propósito y amor por nosotros. Él nos creó con un propósito noble, nos rescató de nuestros pecados, y nos habla a través de Su Palabra para orientarnos. Estas tres acciones divinas nos confirman que Dios es fiel, misericordioso y amoroso; y nos dan esperanza, animo y dirección para vivir una vida conforme a Su voluntad.

¿Qué rol desempeña Jesucristo en nuestra justificación, santificación y glorificación?

Jesucristo desempeña un papel fundamental en el proceso de nuestra justificación, santificación y glorificación. Nuestra justificación se logra mediante el sacrificio de Jesús, debido a que Dios tomó en cuenta la muerte de su Hijo para perdonar a todos los pecadores y limpiar sus pecados. Por tanto, nos justifica y nos da la oportunidad de vivir eternamente con él.

La santificación se logra mediante el poder del Espíritu Santo que entra por nuestras vidas al aceptar a Jesús como nuestro Señor y Salvador. El Espíritu nos motiva a hacer el bien y obedecer a Dios. Nuestra relación con Dios crece al vivir en santidad y obediencia. Así mismo, Jesucristo es nuestra inspiración para vivir una vida santa.

Finalmente, Jesús está involucrado en nuestra glorificación, ya que seremos glorificados al llegar el fin de los tiempos. Será entonces cuando nuestras almas sean transformadas para ser inmortales y tengamos la oportunidad de ver y disfrutar de la presencia de Dios para siempre. Aunque no será una gloria completa sin la presencia de Jesús, quien nos permitirá gozar de los placeres y bendiciones de la Gloria de Dios.

Es así como en todos estos procesos, Jesucristo juega un protagonismo importante. Él nos ayuda a ser justificados, santificados y glorificados, siendo nuestro guía espiritual y salvador. De esta manera, nos mostrará el camino a la vida eterna con Dios, siendo fiel a sus promesas.

¿Por qué somos tan afortunados de ser justificados, santificados y glorificados por Dios?

Somos afortunados de ser justificados, santificados y glorificados por Dios ya que Él nos da la oportunidad de vivir una vida que Él desea para nosotros. Él nos provee la guía necesaria para alcanzar el crecimiento espiritual a través de su Palabra y la gracia de su amor. En Cristo somos justificados, santificados y glorificados:

Justificados: Somos justificados porque nuestros pecados son perdonados a través de la sangre de Jesús. Cuando confesamos nuestros pecados y los dejamos a un lado, Dios nos limpió de todos ellos. Esta es la razón por la cual Él nos considera justos y nos acepta como hijos.

Santificados: Al ser santificados por Dios, somos separados del pecado y llenados con el Espíritu Santo. Esto nos permite tener la fuerza para resistir el pecado y seguir al Señor. También nos da el entendimiento de la Palabra de Dios, nuestro manual de vida.

Glorificados: Dios nos glorifica al darnos la victoria sobre todas las cosas. Él nos ha hecho triunfar sobre el maligno y nos ha llenado de una vida abundante en Cristo. Por lo tanto, nuestras vidas son de un alto nivel de glorificación.

En resumen, somos muy afortunados de ser justificados, santificados y glorificados por Dios. Él nos da la gracia de su amor, el don de su Espíritu y el poder de su victoria. Estas cosas vienen en respuesta a su promesa de transformarnos y darnos alegría eterna.

Conclusión

Una de las preguntas centrales para todos los creyentes es ¿por qué somos justificados, santificados y glorificados por Dios? Esta pregunta tiene su respuesta en la Palabra de Dios, la cual nos explica que al arrepentirnos de nuestros pecados y convertirnos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, seremos justificados, santificados y glorificados por Dios.

Justificación. La justificación es el resultado de nuestro arrepentimiento y conversión a Dios. Significa ser reconciliados con Dios y experimentar Su misericordia. Cuando nos arrepentimos, Dios perdona nuestros pecados y nos cambia desde dentro, devolviéndonos la pureza original de nuestra fe.

Santificación. La santificación es la consecuencia de la justificación. Significa que somos hechos perfectos a los ojos del Padre Celestial, así como Él mismo lo es. Él nos mantiene puros por medio del poder absoluto de su presencia. Esta relación con Dios nos asegura de recibir Sus promesas para nuestras vidas. Entre estas promesas encontramos:

• El amor de nuestro Salvador por nosotros;
• La fuerza y la fortaleza para crecer en la gracia;
• La bendición de estar unidos a Dios como padre e hijo;
• La paz sin fronteras;
• La verdad transformadora de una vida mejor.

Glorificación.La gloria es el cumplimiento de la santificación. Mediante la gloria somos regalados con la presencia constante de Dios en nosotros. La gloria es mucho más que solo una bendición divina, es la plenitud gloriosa de vivir con nuestro Señor y Salvador. Esta gloria nos da vida eterna en El y nos permite percibir Su presencia como el sol brilla sobre el firmamento.

En conclusión, nosotros somos justificados, santificados y glorificados por Dios debido a nuestro arrepentimiento y nuestra conversión a Jesucristo como nuestro Salvador. Resultado de esto es la obtención de la misericordia de Dios, la perfección de la santidad y la bienaventuranza eterna de la gloria. Todo esto se ha logrado gracias a la redención que nos ofreció el Cristo en el Calvario al morir por nosotros.

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Ronald Padron

Licenciado en Comunicación Social, Redactor Web y Editor de Textos.

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