Obediencia Quiero Y No Sacrificio: Lo Que Dios Realmente Busca En Nosotros.

En la Biblia, el Señor le dijo al profeta Samuel: "No mires a su aspecto ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón". (1 Samuel 16: 7).

Esta es una clara indicación de lo que Dios de verdad está buscando en nosotros: obediencia. Para él, lo importante es nuestro corazón. De hecho, toda Escritura se refiere a la obediencia como si fuera un voto sagrado. La obediencia es bendición, y el incumplimiento de ese voto se considera una blasfemia. Cuando tenemos la obediencia, encontramos la gracia de Dios.

La obediencia involucra dos componentes: confiar y obedecer. Esto significa confiar lo suficiente para obedecer sin cuestionar. Esto también significa obedecer sin impaciencia, ni con el objetivo de ganar premios materiales. La obediencia debe ser sincera, sensible y obediente.

Algunas formas en que podemos mostrar obediencia a Dios son:

  • Confesando nuestros pecados a Dios y arrepentirnos de ellos.
  • Practicando una vida conforme a los principios bíblicos.
  • Hacer lo que Dios quiere de nosotros.
  • Escuchar las palabras de Dios y ponerlas en práctica.

Dios nos ha dado el libre albedrío para elegir obedecerlo o no y ha prometido a quienes obedecen, obtener Su gracia y misericordia. Además, Dios exige obediencia porque él conoce lo mejor para nosotros. El sacrificio solo es una señal de obediencia, ya sea material o espiritual.

El verdadero fruto de la obediencia es nuestra relación con Dios, la cual es mucho más importante que los sacrificios materiales. La obediencia nos lleva más cerca de Dios. Mi oración es que cada uno de nosotros entienda, acepte y practique la obediencia en nuestras vidas para llevarnos a la gloriosa presencia de Dios.

Índice de Contenido
  1. Dios quiere de nosotros OBEDIENCIA,antes que los muchos sacrificios?
  2. La vida que agrada a Dios- Pastor Juan Carlos Harrigan
  3. Preguntas Relacionadas
    1. ¿Cómo demostramos a Dios que somos obedientes?
    2. ¿De qué manera nuestra obediencia difiere de un sacrificio?
    3. ¿Qué nos pide Dios además de la obediencia?
    4. ¿Cuál es el verdadero propósito de la obediencia a Dios?
    5. ¿Cómo ha cambiado la significación de la obediencia en el contexto actual?
  4. Conclusión

Dios quiere de nosotros OBEDIENCIA,antes que los muchos sacrificios?

La vida que agrada a Dios- Pastor Juan Carlos Harrigan

Preguntas Relacionadas

¿Cómo demostramos a Dios que somos obedientes?

Mostrar obediencia a Dios es la mejor forma de servirle y honrarlo. Cuando nos convertimos en creyentes de la fe cristiana y nos acercamos a Dios, el primer paso para demostrar nuestra obediencia es la oración. Siendo una conversación personal con Dios, orar es una forma privilegiada de comunicarnos con Él y mostrar nuestra devoción.

Otra manera de demostrar nuestra obediencia a Dios es vivir de acuerdo a su Palabra. La Biblia nos contiene los principios, consejos y enseñanzas que nos ayudan a vivir conforme a los deseos de Dios. Al leerla y poner en práctica sus consejos, estamos demostrando obediencia.

Además de la lectura bíblica, otra forma de mostrar obediencia a Dios es hacer actos de amor y misericordia, como son ayudar a los necesitados y alentar al débil. De esa manera, demostramos que hemos comprendido el verdadero significado de la fe cristiana y que deseamos seguir los mandamientos de Dios.

Por último, la adoración y la alabanza también son esenciales para expresar nuestra obediencia a Dios. Cuando celebramos y agradecemos el amor y la misericordia infinitos de Dios, estamos mostrándole cuánto le amamos y le valoramos.

¿De qué manera nuestra obediencia difiere de un sacrificio?

Muchas veces en la vida cristiana hablamos de obediencia y sacrificio. Estas dos palabras pueden parecer similares, sin embargo, hay una gran diferencia entre ellas. La obediencia es la acción de realizar una orden o mandamiento que proviene de Dios, mientras que el sacrificio implica un acto voluntario y potencialmente doloroso. La obediencia es un acto que realizamos en respuesta a Dios y su Palabra, mientras que el sacrificio consiste en dar algo valioso para cumplir el propósito de Dios.

  • Obediencia

Nuestra obediencia a Dios refleja nuestro amor y respeto hacia Él. A través de la obediencia, a Dios le agrada una vida redimida y purificada, abrazada por la gracia de Cristo. En la Biblia, el Profeta Samuel dijo: “Honrar a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos los frutos de tu tierra” (1 Samuel 2:30, RA 1995).

  • Sacrificio

Por otro lado, el sacrificio involucra la ofrenda total de algo valioso y amado como una forma de honrar a Dios. El salmista dijo: “Tú, oh Jehová, eres mi Dios; yo te alabaré; extiende mis manos a una cosa santa” (Salmo 141:2, LBLA). Esto implica una adhesión a la voluntad de Dios cuando este nos pide algo muy precioso para nosotros.

En resumen, la obediencia y el sacrificio son dos cosas distintas. Obedecer a Dios significa realizar lo que Él nos ordena, mientras que sacrificarnos implica ofrecer algo a Dios que sea realmente valioso para nosotros. Ambos actos son importantes para adorar a Dios, pero debemos ser conscientes de la diferencia entre ambos.

¿Qué nos pide Dios además de la obediencia?

Dios nos pide mucho más que solo obedecer Sus mandamientos. En el evangelio, Jesús nos recuerda que nuestro amor a Dios debe ser completo. Si queremos agradar Su corazón debe ser un amor que nos haga actuar con justicia, misericordia y humildad (Mateo 22:37-40). A través del apóstol Pablo, Dios nos insta a que seamos buenos, misericordiosos y humildes (Efesios 4:32).

También nos exhorta a cultivar la santidad, para andar en obediencia a sus mandatos de vivir una vida piadosa y llena de amor para con los demás (1 Tesalonicenses 4:7-8). Una forma de ser piadoso es abstenerse de cosas impuras como la fornicación, los ataques verbales, los celos, la avaricia, la codicia y los excesos (Romanos 13:13-14; 1 Pedro 2:11).

Sacrificar nuestra voluntad a la de Dios también nos pide esto significa dejar de lado lo que deseamos personalmente para centrarnos en lo que Él quiere para nuestras vidas (Juan 14:15). Significa obedecerle incluso cuando no entendemos Su propósito (Isaías 55:8-9). Esto puede parecer fácil, pero muchas veces requiere coraje.

Asimismo nos insta a amar a nuestros hermanos como nosotros mismos, y a servir a los demás con amor (Lucas 10:27). Nuestra relación con Dios se profundiza cuando le servimos a Él al servir a los demás (Marcos 12:30-31). El servicio no es solo proporcionar ayuda material a aquellos en necesidad, sino también mostrarles compasión y misericordia, es decir, tratarlos con amor y respeto.

Finalmente, Dios nos insta a cultivar su presencia y su Palabra en nuestras vidas (Filipenses 4:8-9; Colosenses 3:16-17). Esto significa leer la Biblia para mantenernos centrados en Su verdad, alabarlo y adorarle con fe, y acercarnos a Él a través de la oración y la meditación.

¿Cuál es el verdadero propósito de la obediencia a Dios?

El verdadero propósito de la obediencia a Dios es ayudar a las personas a vivir una vida plena, libre de pecado, llena de amor y respeto hacia Dios. La obediencia es un acto de adoración que demuestra nuestro amor y aprecio por nuestro Creador. Obedecer los mandamientos de Dios significa seguir su voluntad y no nuestras opiniones o deseos egoístas.

Esto significa vivir de acuerdo a lo que Él ha establecido como la mejor forma de vivir. La obediencia nos lleva a:

  • Vivir una vida justa y honesta, en la que honramos a Dios con nuestras palabras y acciones.
  • Servir a Dios con todo nuestro corazón, sin temores, ni prejuicios.
  • Mantener nuestra relación con Dios sana y saludable mediante el estudio de la Biblia y la oración.
  • Ayudar y servir a los demás sin ninguna esperanza de reconocimiento o recompensa.
  • Ser humildes y confiar en Dios, que Él sabe lo que es mejor para nosotros.

Obedecer a Dios nos ayuda a vivir una vida de prosperidad en todos los aspectos. De esa manera podemos ser buenos ejemplos para los demás y llevar su luz a toda la tierra. Al fin y al cabo, el verdadero propósito de la obediencia a Dios es darle honor a través de nuestro comportamiento y manifestar su amor hacia los demás. Eso es lo que nos permite experimentar la verdadera felicidad que viene del Señor.

¿Cómo ha cambiado la significación de la obediencia en el contexto actual?

En la actualidad, la obediencia ha cambiado significativamente en comparación con el pasado. Antes, se entendía que una persona debía acatar las órdenes de su superior sin cuestionarlas, aunque esto no siempre fue así. Hoy en día, se considera que la obediencia consiste en respetar los principios y valores, tomar decisiones basadas en criterios internos y comportamientos, y desarrollar patrones de conducta acordes a la situación.

Es decir, estamos pasando de una obediencia de sumisión a una obediencia basada en una moralidad más profunda, en la que el individuo tiene autonomía para tomar decisiones razonables y responsables. Esto implica que una persona es capaz de racionalizar sus acciones de acuerdo con lo que es correcto:

  • Hacer lo correcto en lugar de lo que otros dicen.
  • Tomar decisiones basadas en los valores y principios en lugar de la ley o reglas.
  • Creer en la responsabilidad individual y las buenas prácticas.
  • Respetar y honrar a aquellos a quienes se deben responsabilidades.

Además, existen otros aspectos relacionados con la obediencia que están ganando relevancia hoy en día, como el respeto mutuo, la tolerancia, la humildad, la solidaridad y el compromiso con los demás. Estas nuevas formas de obediencia buscan incluir a las personas en la toma de decisiones, fomentando el diálogo y el respeto por el pensamiento divergente.

Por lo tanto, podemos concluir que la obediencia en el contexto actual es un concepto mucho más complejo que el que existía en el pasado, ya que ahora resulta necesario analizar datos, opiniones y comportamientos para tomar las mejores decisiones posibles. La obediencia se ha convertido en un principio flexible, que trata de promover la responsabilidad, el diálogo, el respeto y la solidaridad entre los individuos.

Conclusión

En conclusión, podemos decir que el mensaje principal que Dios nos quiere enseñar a través de la sabiduría contenida en las Escrituras es que, mucho más importante que los sacrificios externos que ofrezcamos, lo que desea realmente de nosotros es una sincera actitud de obediencia.

Esto significa hacer una acción consciente de volver nuestra mirada hacia Él al seguir Sus mandamientos y Su palabra, moviéndonos así hacia una vida mucho más comprometida con su verdad. Es por esto que las Escrituras nos exhortan a entregarnos a Dios completamente, y no solamente conformarnos con los rituales y sacrificios tradicionales:

  • Expresa tu amor de forma comprometida.
  • Mantén un corazón dispuesto a recibir Sus palabras.
  • Une tu vida a la palabra de Dios.
  • Emprende un camino de obediencia continua.

Así, a través de la fe en Jesucristo, nosotros podemos cambiar nuestros corazones para aceptar el plan de salvación que está contenido en su Evangelio, y al hacerlo, nos alejaremos de los sacrificios externos para seguir las enseñanzas divinas, entendiendo que Dios busca una obediencia sincera que nos lleve a vivir una verdadera reconciliación con Él.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a Obediencia Quiero Y No Sacrificio: Lo Que Dios Realmente Busca En Nosotros. puedes visitar la categoría Estudios Bíblicos.

Avatar De Ronald Padron

Ronald Padron

Licenciado en Comunicación Social, Redactor Web y Editor de Textos.

¡Más Contenido!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir

Usamos cookies para brindarte una experiencia personalizada, guardando tus preferencias y recordando tus visitas. Leer Más