La Biblia De Jerusalén: Hebreos 11.

1-40 (11.1-16) 11 La fe es el fundamento de todo lo que esperamos y la prueba de todo lo que no vemos. Por ella recibimos un testimonio de los tiempos antiguos. Por la fe sabemos que los mundos fue creado por la palabra de Dios, de modo que lo visible proviene de lo invisible.

Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más agradable que Caín, y por ella fue declarado justo, dando testimonio de su fe al hablar de sus ofrendas, aun después de muerto. De esta manera, por la fe, también nosotros hablamos, aunque muertos, de nuestra obediencia a Dios.

Por la fe Henoc fue arrebatado de este mundo sin experimentar la muerte: «No fue hallado, porque Dios lo traspuso». Y antes de ser arrebatado, recibió el testimonio de haber agradado a Dios. Sin embargo, sin la fe es imposible agradarle, pues es necesario que quien se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que le buscan.

Por la fe Noé, advertido por Dios de cosas que aún no se veían, con reverencia preparó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que se obtiene mediante la fe.

Por la fe Abraham obedeció cuando fue llamado a salir hacia un lugar que había de recibir en herencia, y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida, como en una tierra ajena, viviendo en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa.

Porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Por la fe también Sara misma, aunque esté por encima de la edad, fue hecha capaz de concebir, pues creyó que el que lo había prometido era fiel. Así, de un solo hombre, y éste ya casi muerto, surgió una descendencia numerosa, como las estrellas del cielo y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.

Todos éstos murieron en la fe, sin haber recibido las cosas prometidas; pero las vieron de lejos y las acogieron con alegría, reconociendo que eran forasteros y peregrinos en la tierra. Los que dicho sea de paso, dan testimonio de que los hombres viven en tierra extranjera.

Los que dicen estas cosas, claramente dan a entender que buscan una patria. Y si hubieran recordado aquella de donde procedían, quizás podrían haber regresado. Pero ahora anhelan una mejor patria, esto es, la celestial. Por eso Dios no se avergüenza de ellos, de llamarlos “hermanos”.

Él había predicho: «Yo te pondré por padre de muchas naciones». Y así fue. Ante la perspectiva de la realidad, Abraham creyó y esperó contra toda esperanza, de modo que llegó a ser padre de muchas naciones, tal como le había sido dicho: «Así será tu descendencia».

Y sin querer fallarle a la promesa de Dios, pensó que Dios poseía el poder de resucitar, y lo resucitaría de entre los muertos. Por esa fe también alabó a Dios, diciendo: «Dios ha cumplido su promesa». Y así, por la fe, abundó Abraham. La fe hizo que fuera considerado justo, y se le atribuyó la amistad con Dios.

Por la fe Santo Abraham alcanzó a ver, por anticipado, la futura ciudad, fundada sobre la base de la justicia. Por la fe emprendió la marcha hacia el lugar que Dios le había de dar en herencia, aunque no sabía adónde iba. Por la fe celebró la Pascua y el derramamiento de la sangre, para que el exterminador de los primogénitos no tocara a los suyos.

Por la fe puso a salvo a Isaac, cuando vio que Dios le pedía que ofreciera a su hijo un sacrificio. Éste es el hombre que habló de la resurrección de los muertos; y él es, como dice la Escritura: «El que espera en el Señor, renacerá».

Por la fe Abrahán, ya anciano y de cuerpo extenuado, esperó con anhelo el cumplimiento de la promesa de Dios, de que tendría hijos; aunque ya sabía que Dios es poderoso y que nada es imposible para él. Por esa fe alcanzó a ver, por anticipado, y celebró con alegría la exhibición de la acción de gracias de Isaac, y ofreció su hijo unigénito, a pesar de las palabras de Dios: «De Isaac procederá tu descendencia».

  1. En primer lugar, el versículo dice: "La fe es la garantía de lo que se espera, la prueba de lo que no se ve".
  2. El versículo enfatiza la importancia de la fe en la vida de un cristiano. La fe es necesaria para recibir los beneficios de la salvación.
  3. Sin embargo, la fe también es importante para vivir una vida piadosa. La fe ayuda a recordarnos de la presencia de Dios y de su poder.
  4. El versículo nos dice que la fe es la garantía de lo que se espera. Esto significa que la fe nos da esperanza en las promesas de Dios.
  5. La fe también nos ayuda a perseverar en la adversidad. El versículo dice que la fe es la prueba de lo que no se ve. La fe nos ayuda a creer en las promesas de Dios, incluso si no podemos verlas cumplirse inmediatamente.
  6. El versículo enfatiza que la fe es necesaria para agradar a Dios. Solo aquellos que tienen fe pueden recibir la salvación.
  7. El versículo también nos muestra que la fe es necesaria para recibir las bendiciones de Dios. La fe nos ayuda a confiar en Dios para que nos dé lo que necesitamos.
  8. El versículo nos dice que la fe es necesaria para vivir una vida honorable. La fe nos ayuda a tomar decisiones correctas y a seguir el ejemplo de Jesús.
  9. El versículo nos muestra que la fe es necesaria para vencer al mal. La fe nos ayuda a resistir las tentaciones y a vencer el pecado.
  10. El versículo nos dice que la fe es necesaria para la salvación. La fe nos ayuda a aceptar a Jesús como nuestro Salvador.
Índice de Contenido
  1. La Biblia en un año/Hebreos 11 - 13 (Audio, Letra) Día 347
  2. Hebreos capítulo 11 - Parte 1 - Dr. Baruch Korman
  3. Preguntas Relacionadas
    1. ¿De qué trata el libro de Hebreos?
    2. ¿Quién escribió el libro de Hebreos?
    3. ¿A quiénes se dirige el libro de Hebreos?
    4. ¿Cuál es el propósito del libro de Hebreos?
    5. ¿Qué se necesita para tener fe?
  4. Conclusión

La Biblia en un año/Hebreos 11 - 13 (Audio, Letra) Día 347

Hebreos capítulo 11 - Parte 1 - Dr. Baruch Korman

Preguntas Relacionadas

¿De qué trata el libro de Hebreos?

El libro de Hebreos es una carta escrita a los cristianos de origen judío que vivían en Jerusalén. En esta carta, el autor les animaba a perseverar en su fe, a pesar de las dificultades y la persecución que estaban enfrentando. El mensaje central del libro de Hebreos es que Jesús es el único mediador entre Dios y los seres humanos, y que por medio de él, podemos tener una relación personal con Dios. La carta también enfatiza la importancia de la fe y la obediencia a los mandamientos de Dios.

¿Quién escribió el libro de Hebreos?

El libro de Hebreos es un libro de la Biblia cristiana escrito por un autor anónimo. Se trata de una carta dirigida a los cristianos hebreos, y se cree que fue escrita entre los años 68 y 70 d.C.

En el libro de Hebreos se enfatiza la idea de que Jesús es el Mesías prometido, y que él es superior a todos los otros seres, incluidos los ángeles. También se recalca que Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres, y que por medio de su sacrificio en la cruz, él logró limpiar nuestros pecados.

El libro de Hebreos nos enseña que debemos seguir a Jesús y confiar en él completamente. Debemos perseverar en nuestra fe, a pesar de las pruebas y dificultades que se presenten en nuestras vidas. Dios nos premiará si somos fieles a él, y nos bendecirá con la vida eterna.

¿A quiénes se dirige el libro de Hebreos?

El libro de Hebreos es una carta dirigida a los cristianos de origen judío. En esta carta, se les insta a permanecer fieles a Jesucristo y no volver a la ley mosaica. Se les explica que Jesús es el mediador de una nueva alianza, superior a la antigua. Se les exhorta a vivir una vida de fidelidad y de obediencia, en espera de la venida del Señor.

¿Cuál es el propósito del libro de Hebreos?

El libro de Hebreos es una carta escrita a los cristianos Judíos que vivían en el siglo I. En esta carta, el autor les recuerda la importancia de continuar seguir a Cristo y no regresar a la Ley de Moisés. También los exhorta a permanecer fieles en medio de las persecuciones y dificultades. El propósito del libro de Hebreos es animar a los cristianos Judíos a permanecer firmes en su fe en Cristo, a pesar de las dificultades.

¿Qué se necesita para tener fe?

Para tener fe, se necesita creer en algo o alguien. Esto significa que la fe no es solo un pensamiento, sino que involucra el corazón y la voluntad. La Biblia enseña que la fe viene por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios (Romanos 10:17). Esto significa que debemos llenar nuestras mentes con la verdad de la Palabra de Dios para que podamos tener fe.

La fe también requiere obediencia. Es decir, no basta con solo creer en Dios; debemos seguir sus mandamientos. La Biblia dice que sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6). Esto significa que debemos demostrar nuestra fe a través de nuestras acciones.

En resumen, para tener fe, necesitamos llenar nuestras mentes con la Palabra de Dios y luego seguir sus mandamientos.

Conclusión

La Biblia de Jerusalén es un libro sagrado para los cristianos. En este libro se narran la historia, la enseñanza y el mensaje de Jesucristo. Este libro nos habla de la importancia de la fe en Jesucristo y en Dios. nos enseña que la fe es necesaria para recibir la salvación. Nos muestra que Jesucristo es el único camino para la salvación. La Biblia de Jerusalén es una guía para vivir una vida cristiana.

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Ronald Padron

Licenciado en Comunicación Social, Redactor Web y Editor de Textos.

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