¿Cómo Nos Salva Dios? No Por Nuestras Obras De Justicia, Sino Por Su Gracia..
Nuestra salvación es un regalo de Dios que nos otorga por su gracia y misericordia. No hay nada que nosotros como seres humanos pudieramos hacer para salvar nuestras almas. Somos redimidos únicamente con la sangre del Hijo de Dios, Jesucristo, y el amor de nuestro Padre celestial. Esto es algo que la Biblia nos muestra claramente. De acuerdo a Romanos 3:23-24, “Porque todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios; siendo justificados gratuitamente mediante su gracia, por medio de la redención que es en Cristo Jesús”.
Dios nos permite ser salvos por 3 principales maneras:
- Creencia: Tenemos que creer en Jesucristo como nuestro Salvador y solo en él podemos ser salvos. Juan 3:16 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.
- Arrepentimiento: Debemos arrepentirnos de todos nuestros pecados y pedir perdón a Dios por ellos. Lucas 24:47 dice: “Y les recomendaba que predicaran en su nombre, reprendiendo a todas las naciones, y comenzando desde Jerusalén”.
- Bautismo: El bautismo es un requisito necesario para nuestra salvación. Marcos 16:16 dice: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”.
Esperamos que este artículo te ayude a comprender mejor cómo Dios nos salva mediante su infinita gracia. Si sientes la llamada de Dios para ser salvo, busca a un líder espiritual o pregunta en tu iglesia por más información.
- Una Religión que No Salva - Juan Manuel Vaz
- ¿Donde dice en la Biblia que la salvacion no es por obras?
- ¿Cómo obtener la gracia y el favor de Dios?
- ¿Qué quiere decir hacer justicia amar la misericordia y humillarte ante tu Dios?
- Preguntas Relacionadas
- ¿Por qué hay que aceptar la gracia de Dios y no las obras de justicia?
- ¿Cuáles son los beneficios de ser salvo por Dios?
- ¿Cómo puede uno ser salvo por Dios?
- ¿Por qué debemos depender únicamente de la gracia de Dios para la salvación?
- ¿Cuál es la diferencia entre la gracia de Dios y las obras de justicia?
- Conclusión
Una Religión que No Salva - Juan Manuel Vaz
¿Donde dice en la Biblia que la salvacion no es por obras?
La salvación es un regalo divino y no se obtiene a través de nuestras obras o buenas acciones. Esto está claramente escrito en las Sagradas Escrituras, en varios pasajes bíblicos. Por ejemplo, en Efesios 2:8-9 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” Además, en Romanos 3:28 se lee: “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.”
También podemos encontrar la siguientes escritura:
• Gálatas 2:16: “Sin embargo, concluimos que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino mediante la fe en Jesucristo.”
• Romanos 11:6: "Y si por gracia, ya no por obras; de otra manera la gracia ya no sería gracia."
• Romanos 4:5: “Pero al que no obra, entrega su fe como justicia. Porque la fe es en orden a la salvación, sin obras.”
• Hebreos 11:6: “Sin fe es imposible agradar a Dios, pues el que acerca a Dios debe creer que Dios existe y que recompensa a los que lo buscan.”
En palabras sencillas, la salvación no es algo que debamos ganar por medio de nuestras obras, sino un don puesto a nuestra disposición por Dios por medio de su inmensa gracia. La fe y la confianza en Cristo es el único camino que conduce a la salvación.
¿Cómo obtener la gracia y el favor de Dios?
En la Biblia encontramos que Dios es poderoso, amoroso, misericordioso y está siempre dispuesto a perdonar y a otorgar su Gracia a quienes lo buscan honestamente. La gracia de Dios significa el favor de Dios hacia nosotros. Esta gracia se obtiene a través de la fe y el arrepentimiento:
1. Busca a Dios de todo corazón. Al buscar a Dios con todo el anhelo de vida, tendrás la satisfacción de creer que Él te escuchará.
2. Arrepiéntete y pídele perdón por tus pecados. El arrepentimiento es el inicio de una nueva vida en la fe de Dios.
3. Cree en Jesucristo. Jesucristo es el Hijo de Dios que murió por nuestros pecados, así como para darnos la salvación. Si somos creyentes, Él nos dará la gracia y el favor de Dios.
4. Acércate a Dios. Súplicale, lee Su Palabra, oren juntos, alaben su nombre y orad constantemente a Dios.
5. Prueba de obediencia. Obedece los mandamientos de Dios. La obediencia es la señal más fidedigna del amor que sentimos hacia Él.
6. Comprométete con la obra de Dios. Participa en trabajos de amor, ayuda a los demás, alienta a tus hermanos en la fe, adora a Dios en espíritu y en verdad, sirve a tu prójimo.
Todas estas actitudes son la clave para recibir la gracia y el favor de Dios. Cuando tengamos la humildad para aceptar el amor de Dios, entonces podremos recibir Su gracia y beneficiarnos de Su bendición eternal.
¿Qué quiere decir hacer justicia amar la misericordia y humillarte ante tu Dios?
Hacer justicia, según la Biblia, significa tratar a todos con igualdad, respetando las leyes y la rectitud moral. Implica ser justo a los demás, no discriminar, ser honrado y tener compasión hacia los más desfavorecidos. También significa respetar el bien común por encima de los intereses personales.
Amar la misericordia se refiere a actuar con bondad hacia los demás, teniendo compasión de los necesitados. Significa abrir nuestro corazón y comprender las dificultades de otros sin juzgarlos. Es tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran a nosotros.
Humillarte ante tu Dios es admitir tu debilidad e incapacidad para cumplir con sus mandamientos, casi siempre oponiéndolos al desear del ego. Significa aceptar que somos pecadores, reconocer no tener control sobre nuestras vidas y presentar nuestros errores en oración a Él. Esto nos da fuerza para confesar nuestros fracasos, solicitar su perdón y orar para obtener ayuda para cambiar nuestra forma de vida.
Resumido, lo que quiere decir hacer justicia, amar la misericordia y humillarte ante tu Dios es:
- Tratar a todos con igualdad y justicia.
- Mostrar compasión y bondad hacia los necesitados.
- Aceptar tu debilidad e incapacidad para obedecer a Dios.
- Confesar tus errores y pedir perdón a través de la oración.
Preguntas Relacionadas
¿Por qué hay que aceptar la gracia de Dios y no las obras de justicia?
Siempre se nos ha dicho y enseñado en la Biblia que Dios es un Dios de Amor y Gracia quien nos concede su misericordia y nos perdona de aquellos pecados que hemos cometido. La gracia de Dios es el regalo que El nos otorga de forma incondicional, siempre dispuesto a darnos una segunda oportunidad para cambiar nuestras vidas. La gracia es un acto de amor divino que nos ayuda a vivir una vida llena de propósitos en la presencia de Dios.
La justicia por su parte, se orienta hacia el cumplimiento de la Ley de Dios, entonces puede decirse que las obras de justicia son consecuencia de aquellos actos en los que buscamos complacer a Dios de acuerdo con sus mandamientos. Sin embargo, es importante aclarar que no hay nada que podamos ofrecerle a Dios que pueda ponerlo contento y satisfecho ya que su amor y su gracia son suficientes para nosotros mismos.
No hay que confundir la gracia y la justicia porque son conceptos que se refieren a sentimientos y acciones diferentes. Debemos aceptar la gracia de Dios antes que todas las obras de justicia porque ésta es lo único que nos permite tener una relación verdadera y saludable con el Señor.
Además, la gracia de Dios nos enseña a perdonar a otros a la manera que El nos perdona a nosotros mismos. Por eso es importante que busquemos la presencia de Dios y la fuerza de su Espíritu para que nos enseñe el amor y la misericordia para poder vivir en comunión y unidad con el prójimo.
A continuación algunas razones por las que hay que aceptar la gracia de Dios y no las obras de justicia:
- Es un acto de humildad aceptar la gracia de Dios.
- Nos ayuda a tener una relación cercana con el Señor.
- Es el único medio para que podamos mostrar el verdadero amor de Dios en nuestras vidas.
- Permite que conozcamos y vivamos la misericordia de Dios.
- Nos ayuda a amarnos y perdonarnos unos a otros.
En definitiva, debemos recordar que es Dios quien nos da la gracia necesaria para vivir en Su presencia y por lo tanto, es importante que la aceptemos y le demos gracias por ello. No somos dignos de su amor y su misericordia pero Él nos otorga de todos modos, siempre dispuesto a darnos una nueva oportunidad; una oportunidad para vivir una vida mejor en Su compañía.
¿Cuáles son los beneficios de ser salvo por Dios?
En el mundo de hoy a muchas personas les preocupa cómo ser salvo por Dios, pero también es importante entender qué beneficios se obtienen al ser salvo por medio de Su gracia. Aquí hay algunos beneficios de ser salvo por Dios:
- Una vida mejor - Al buscar a Dios y vivir de acuerdo a Su Palabra, encontramos una vida mejor, llena de gozo, paz y alegría. También nos ayuda a ver el mundo de una manera diferente y nos ofrece la comprensión que necesitamos para cada situación.
- Amor - Dios es el amor y Él nos da el amor incondicional y eterno que necesitamos. Conociendo más y más de Él nos ayuda a reconocer el amor verdadero y nos permite amar a los demás como Él nos ama.
- Claridad - La claridad viene con la comprensión de la Palabra de Dios. Su Palabra nos ayuda a ver el mundo de la manera correcta y nos enseña a tomar decisiones sabias y a vivir de acuerdo a Su voluntad.
- Salvación eterna - Ser salvo por Dios nos ofrece la salvación eterna. Esto significa que si vivimos una vida según Sus caminos, tendremos la garantía de pasar una vida eterna con Dios.
Ser salvo por Dios es una bendición para nosotros. Es un regalo gratuito, no hace falta trabajar para obtenerlo, sino solo abrir nuestro corazón y aceptar a Jesucristo como nuestro Salvador. Él nos ama y nos ha enviado un camino de vida y bienestar. Por lo tanto, ¡acáptalo y disfruta de las múltiples bendiciones que tenemos al estar salvo por Dios!
¿Cómo puede uno ser salvo por Dios?
La gran pregunta en la vida es ¿Cómo puede uno ser salvo por Dios? La respuesta a esta pregunta se encuentra en el Evangelio de Jesús. El Evangelio nos dice que Dios envió a su Hijo, Jesús, a morir en la cruz para salvarnos. Esto significa que al aceptar a Jesús como nuestro Salvador personal, somos perdonados por los pecados y recibimos la vida eterna. Como dijo Jesús: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí" (Juan 14:6).Aquí hay algunas cosas importantes para saber sobre cómo podemos ser salvo por Dios:
- Dios te ama y quiere que seas salvo. Dios no quiere que nadie se pierda, sino que todos vengan a arrepentimiento (2 Pedro 3:9). Dios amó al mundo tanto que envió a Su Hijo para que muriera por nuestros pecados. Él quiere que creas en Su Hijo para recibir la vida eterna.
- Necesitas arrepentirte de tus pecados. Debemos arrepentirnos de nuestros pecados y confesar que hemos fallado a Dios. Esto significa pedirle perdón por nuestros pecados y comprometernos a no volver a pecar de la misma manera.
- Tienes que creer y confiar en Jesucristo. Debemos creer que Jesús fue enviado por Dios para salvar al mundo. Debemos confiar en Su muerte en la cruz para salvarnos de nuestros pecados e ingerir Su Espíritu para renovar nuestros corazones y recibir la vida eterna.
- Debes recibir a Jesús como tu Señor y Salvador. Esto significa que tenemos que confesar que Jesús es nuestro Señor y Salvador. Estamos pidiendo a Dios que nos use para hacer Su voluntad. Estamos reconociendo que Jesús es el Rey de nuestras vidas.
En conclusión, somos salvos por Dios al aceptar a Jesús como nuestro Salvador personal y comprometernos a seguir sus enseñanzas. Si desea ser salvo, le recomiendo orar para que Dios le ayude a creer en El y buscar Su dirección para su vida.
¿Por qué debemos depender únicamente de la gracia de Dios para la salvación?
En la Tierra hay muchas obras buenas que una persona puede llevar a cabo para conseguir alguna satisfacción temporal. Sin embargo, la redención de nuestros pecados, la remisión de nuestras faltas y el perdón de nuestras maldades solo se puede encontrar en un lugar: en la gracia de Dios. Esta es la única fuente de salvación para nosotros, tanto en este mundo como en el próximo. Por lo tanto, debemos depender únicamente de la gracia de Dios para la salvación.
Esto es así porque la gracia de Dios es la única forma de recibir el perdón de nuestros pecados. Esta es la sola forma en que somos liberados del peso de los errores que cometimos y del mal que hemos causado al mundo, tanto a nosotros mismos como a los demás. La gracia de Dios es bondadosa y compasiva, siempre lista para salvar a quienes la buscan de todo corazón y de verdad.
Otra razón por la que debemos depender únicamente de la gracia de Dios para la salvación es porque esta es la única forma de reconciliarnos con él. ¿Cómo podremos reconciliarnos con aquel que nos ha creado y no ha fallado jamás? ¿A través de nuestro propio esfuerzo? No, sino a través de la gracia incondicional de Dios, que se nos ofrece cada día. Es por medio de su gracia que somos reconciliados con Él, lo cual significa que todas nuestras oraciones son oídas y contestadas.
Finalmente, el último motivo por el que debemos depender únicamente de la gracia de Dios para la salvación es porque solo Él puede dar sentido a la vida. Somos imperfectos, frágiles y vulnerables; la vida nos presenta obstáculos que en ocasiones nos desaniman y debilitan. Sin embargo, solo a través de la gracia de Dios que podemos ser fortalecidos, restaurados y encontrar el rumbo. Obtener esa gracia significa una vida plena de amor, alegría y propósito, llena de la esperanza que solo Él puede ofrecer.
En conclusión, debemos depender únicamente de la gracia de Dios para la salvación, ya que esta es la única forma de recibir el perdón de nuestros pecados, reconciliarnos con Él y encontrar un sentido a la vida. Disfrutemos del don de la gracia divina siempre:
- Agradeciendo su misericordia en todos los momentos.
- Entregándole alabanzas y honra.
- Siguiendo sus enseñanzas.
- Viviendo una vida de adoración a Él.
¿Cuál es la diferencia entre la gracia de Dios y las obras de justicia?
La gracia de Dios es un don que recibimos sin merecerlo, esperando nada a cambio. La Biblia nos enseña que: "Porque por la gracia que me ha sido dada, yo digo a todos: Nadie piense en sí mismo mas de lo debido; más bien, piense en los demás como se lo han pensado a ustedes mismos". (Romanos 12:3). La gracia de Dios es un acto de amor de Él hacia nosotros al enviar a su Hijo Jesucristo para salvar a los pecadores.
En contraste, las obras de justicia son aquellas acciones realizadas con el propósito de recibir el favor de Dios. Estas acciones incluyen cosas como ayunar, orar, y observar los mandamientos de Dios. La Biblia enseña que: "En verdad, somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para llevar a cabo las buenas obras que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. (Efesios 2:10). Dios nos
ha pedido que obedezcamos sus mandamientos, pero también nos ha prometido que para aquellos que aman a Dios estas obras serán recompensadas.
Es importante destacar que la gracia de Dios no es eliminada, sustituida o disminuida por las obras de justicia. Aunque las buenas obras son importantes y nos ayudan a acercarnos más a Dios, nunca pueden reemplazar la gracia de Dios. Él nos salva por Su gracia y nos da fuerzas para realizar buenas obras. De esta manera podemos decir que:
- La gracia de Dios es un don de Él para nosotros.
- Las obras de justicia son aquellas acciones realizadas con el propósito de recibir el favor de Dios.
- La gracia de Dios no es eliminada, sustituida o disminuida por las obras de justicia.
Conclusión
La gracia de Dios es uno de los más grandes regalos que Él nos ha dado. Por su amor y compasión, nos ofrece la salvación sin necesidad de que hagamos nuestras propias obras de justicia. Esto significa que no hay nada que podamos hacer para ganarnos la aprobación de Dios, sino que simplemente tenemos que aceptar su don gratuito de la salvación.
Al aceptar la gracia de Dios, sabemos que hemos sido perdonados de todos nuestros pecados y recibimos la vida eterna. Esto se debe a que Jesucristo murió en la cruz como parte de su obra redentora, y su sacrificio nos liberó de todas nuestras faltas.
Así, podemos concluir que:
- Dios nos salva por Su gracia, no por nuestras obras de justicia.
- Al aceptar Su gracia, somos perdonados de todos nuestros pecados y recibimos la vida eterna.
- Esto es posible únicamente por el sacrificio de Jesucristo en la cruz.
Esperamos que este artículo haya ayudado a entender el amor, misericordia y compasión de Dios, y lo maravilloso de su don de salvación. Como hijos de Dios, debemos estar agradecidos por este bendito regalo y buscar glorificarle a Él en todas nuestras acciones.
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