5 Razones Por Las Que Debes Predicar: Tú Eres La Luz Del Mundo.
1. Debes predicar porque has sido llamado por Dios.
No podemos ignorar el llamado de Dios a predicar su Evangelio. Él nos ha llamado personalmente a proclamar su verdad a todo el mundo (Marcos 16:15). Cada uno de nosotros tiene algo único que ofrecer en la predicación y en la enseñanza de la Palabra de Dios. Somos instrumentos que Dios usa para llevar su mensaje a otros.
2. Debes predicar para impactar vidas para Cristo.
La predicación tiene el poder de cambiar vidas para siempre. A través de la predicación, Dios toca el corazón de las personas y les da una nueva perspectiva de la vida. La predicación nos ayuda a darnos cuenta de nuestra necesidad de Cristo y de su poder para transformar nuestras vidas.
3. Debes predicar para impactar el mundo para Cristo.
La predicación es una de las maneras más poderosas que tenemos para hacer una diferencia en el mundo. A través de la predicación, podemos llevar el Evangelio a lugares donde nunca antes ha llegado. Podemos compartir el amor de Cristo con aquellos que nunca lo han conocido. Y podemos mostrar al mundo que la verdad de Cristo puede cambiar vidas.
4. Debes predicar porque es la voluntad de Dios para tu vida.
Predicar el Evangelio es la voluntad de Dios para tu vida. Él quiere que compartamos su mensaje de amor y salvación con todo el mundo. Y él nos ha equipado con todo lo necesario para hacerlo. Dios no nos ha llamado a la predicación por casualidad. Él tiene un propósito y un plan para nuestras vidas.
5. Debes predicar porque es la mejor manera de glorificar a Dios.
Predicar el Evangelio es la mejor manera de glorificar a Dios. Al compartir el amor de Cristo con otros, estamos mostrando al mundo lo maravilloso que es nuestro Dios. Estamos dando testimonio de su poder y de su amor. Y estamos trayendo honor a su nombre.
Somos la luz del mundo - Pastor Cash Luna (Ensancha 2014)
Estudio Bíblico | Jesús es la luz del mundo - REFLEXIÓN
Preguntas Relacionadas
¿Por qué es importante predicar?
La predicación es el acto de proclamar el Evangelio. Se trata de una responsabilidad que tenemos como seguidores de Cristo, y es algo que debemos hacer con gran cuidado y respeto.
¿Por qué es importante predicar? Hay varias razones:
1. Porque es la forma en que el Evangelio llega a las personas.
El Evangelio es el buen nuevo sobre de Jesucristo. Es la historia de cómo Dios nos amó tanto que envió a su Hijo para morir por nuestros pecados. Es la historia de cómo Cristo resucitó de los muertos y ahora vive para siempre. Y es la historia de cómo Dios está llamando a todos los hombres a arrepentirse y a creer en él.
El Evangelio es la verdad que necesitamos, y es la única forma de que las personas puedan cambiar. Como dice la Biblia, «por la gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe. Y esto no viene de ustedes, es el don de Dios. No viene de las obras, para que nadie se jacte» (Efesios 2:8-9).
2. Porque es la forma en que se glorifica a Dios.
Cristianos, predicamos para glorificar a Dios. Proclamamos su grandeza y su bondad. Testificamos de su amor y de su misericordia. Y le damos gracias por todo lo que ha hecho por nosotros.
Predicar el Evangelio es un acto de adoración. Es una forma de mostrar nuestro agradecimiento a Dios por todo lo que ha hecho por nosotros. Y es una forma de decirle a otros acerca de lo maravilloso que él es.
3. Porque es nuestra responsabilidad.
Como cristianos, somos llamados a ser testigos de Jesucristo (Hechos 1:8). Tenemos una responsabilidad para con aquellos que no lo conocen. Debemos compartir el Evangelio con ellos, para que puedan oír acerca de Jesús y tener la oportunidad de arrepentirse y creer en él.
4. Porque es la forma en que las personas son salvadas.
No podemos salvar a nadie, pero podemos predicar el Evangelio. Y es a través del Evangelio que las personas son salvadas. Como dice la Biblia, «las Escrituras dicen: “El que cree en él, no será avergonzado”» (Romanos 10:11).
Predicar el Evangelio es la forma más efectiva de compartir el amor de Cristo con otros. Es la forma en que podemos ayudar a las personas a encontrar la salvación y la vida eterna.
¿Cómo se puede ser un buen predicador?
Para ser un buen predicador, hay que tener una profunda comprensión de la Palabra de Dios. No basta con leer la Biblia; es necesario estudiarla y buscar su significado a fondo. También es importante tener el don de la palabra, es decir, ser capaz de hablar con facilidad y expresarse claramente.
Ser un buen predicador también requiere ser un buen ejemplo. La gente no solo escuchará lo que se dice, sino que también observará la forma en que se vive. Por eso, es importante llevar una vida íntegra y coherencia con lo que se predica.
Para ser un buen predicador, hay que tener un corazón apasionado por Dios y Su Palabra. Hay que orar para que Dios dé sabiduría y discernimiento, y buscar siempre Su guía. Y sobre todo, hay que amar a la gente, ya que eso es lo que más atraerá a Cristo.
¿Por qué es importante llevar la luz del Evangelio a otros?
En primer lugar, es importante llevar la luz del Evangelio a otros porque es la voluntad de Dios. En Mateo 5:16, Jesús dice: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Llevar el Evangelio a otros es una forma de glorificar a Dios.
En segundo lugar, es importante llevar la luz del Evangelio a otros porque es la única forma de que puedan escuchar acerca de Jesucristo y tener la oportunidad de salvación. En Juan 3:16-17 leemos: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”.
En tercer lugar, es importante llevar la luz del Evangelio a otros porque es un mandato bíblico. En Lucas 24:47, Jesús mismo dice: “Y que arrepentimiento y remisión de pecados sean predicados en su nombre a todas las naciones, comenzando desde Jerusalen”. Luego, en Mateo 28:19-20, Jesús nos da la Gran Comisión: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.
Por último, es importante llevar la luz del Evangelio a otros porque es nuestra responsabilidad como seguidores de Cristo. En 2 Timoteo 4:5, Pablo exhorta a Timoteo: “Pero tú vela en todo, sobrelleva aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio”. Llevar el Evangelio a otros es parte integral de nuestro ministerio cristiano.
¿Cómo podemos ser luz del mundo?
Mateo 5:14-16 dice: "Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad situada en lo alto de un monte no puede esconderse. Tampoco se enciende una lampara para ponerla debajo de un cajón; se coloca sobre un candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. De la misma manera, ustedes deben dejar brillar su luz delante de la gente, para que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en el cielo".
En Mateo 5:14-16, Jesús nos dice que somos la luz del mundo. Debemos dejar brillar nuestra luz delante de la gente para que ellos vean nuestras buenas obras y glorifiquen a Dios. Dios nos ha llamado a ser luz del mundo para que mostremos su amor y su verdad al mundo.
Podemos ser luz del mundo de muchas maneras. Podemos compartir el Evangelio con los que no lo conocen. Podemos ser amables y serviciales a los demás. Podemos vivir de acuerdo a los principios de la Palabra de Dios. Podemos ser ejemplos de lo que significa seguir a Jesús.
Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de dejar brillar la luz de Cristo al mundo. No podemos escondernos. Debemos salir y ser luz. Debemos ser testigos de Cristo en todo lo que hacemos. Debemos vivir una vida que sea un reflejo de la gloria de Dios.
En Mateo 5:16, Jesús dice que cuando dejamos brillar nuestra luz, la gente verá nuestras buenas obras y glorificará a Dios. ¿Qué quiere decir esto? Significa que la gente reconocerá que Dios está obrando en nosotros y en nuestras vidas. Reconocerán que somos diferentes porque tenemos a Cristo en nuestros corazones. Reconocerán que somos hijos de Dios y que estamos viviendo de acuerdo a su voluntad.
La gente glorificará a Dios cuando vea la diferencia que Cristo ha hecho en nuestras vidas. Cuando vean el amor, la alegría y la paz que experimentamos por medio de Cristo, sabrán que Dios está obrando en nosotros. Esto es lo que significa ser luz del mundo.
Jesús nos llama a ser luz del mundo. Debemos dejar brillar nuestra luz delante de la gente para que ellos vean nuestras buenas obras y glorifiquen a Dios.
¿Qué nos motiva a predicar?
En primer lugar, el amor de Dios nos motiva a predicar. Tenemos un profundo amor y aprecio por nuestro Creador y Salvador, y queremos compartir esto con otros. Jesús dijo: “Por esto les digo: El amor de Dios me motiva a predicar el Evangelio” (Santo Mateo 22:37-40).
En segundo lugar, el deseo de salvar vidas nos motiva a predicar. Sabemos que la predicación del Evangelio es el medio por el cual las personas son salvadas (Hechos 16:31). Queremos ver a las personas venir a Cristo y tener una relación personal con Él.
En tercer lugar, el deseo de obedecer a Dios nos motiva a predicar. Somos conscientes de que Dios nos ha llamado a proclamar Su Evangelio a todo el mundo (Marcos 16:15). Consideramos esto como una gran responsabilidad y privilegio, y estamos dispuestos a darlo todo para obedecerle.
En cuarto lugar, el deseo de glorificar a Dios nos motiva a predicar. Deseamos que todo lo que hagamos refleje la gloria de Dios y que Él sea glorificado a través de nuestras vidas y ministerio (1 Corintios 10:31).
Conclusión
1. Debes predicar el Evangelio porque eres la luz del mundo. Mateo 5:14 dice: "Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder." Como seguidores de Cristo, tenemos una responsabilidad moral de compartir el Evangelio con los que aún no lo han oído. Si no lo hacemos, ¿cómo podrán saber acerca de Jesús y su salvación?
2. Debes predicar el Evangelio porque la predicación es eficaz. Mateo 28:19-20 dice: "Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." La predicación del Evangelio es la forma que Dios ha escogido para llevar la salvación a los hombres. Es poderosa e infalible, y nosotros somos testigos de su eficacia a diario.
3. Debes predicar el Evangelio porque la predicación es necesaria. 1 Corintios 1:17 dice: "Porque Cristo me envió a este ministerio, para que Evangelizase a los que son perdidos." La predicación es necesaria porque hay muchas personas que todavía no han oído el Evangelio. Si no predicamos, ¿cómo podrán saber acerca de Jesucristo y su salvación?
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