10 Citas Bíblicas Que Te Ayudarán A Mejorar La Comunicación En Tu Matrimonio.

1. "El amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta." 1 Corintios 13: 4-7
2. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Juan 3: 16
3. "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados." 1 Juan 4:10
4. "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros." Romanos 5: 8
5. "De manera que ya no somos extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo, Jesucristo mismo." Efesios 2: 19-20
6. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Juan 3:16
7. "De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él también las hará, y aun mayores hará, porque yo voy al Padre." Juan 14: 12
8. "Y le dijo: Por esto te digo que de ningún pecado ni de mala palabra morirá toda persona que cree en mí. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados." 1 Juan 3:16
9. "No os amo yo? Pues el Padre me ama, y yo os he amado. Permaneced en mi amor." Juan 15: 9
10. "Por esto te mando que seas fuerte, y sobretodo te esfuerces en guardar y cumplir las enseñanzas que se te han dado, pues entonces serás capaz de andar rectamente delante de tu Dios." Josué 1: 7

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Preguntas Relacionadas

1 Corintios 13: 4-7 - ¿Qué significa amar de verdad?

1 Corintios 13: 4-7 dice:

"El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta indecorosamente, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor. El amor no se regocija de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta."

El amor es una de las virtudes más importantes que podemos tener. Es la virtud que nos permite poner los necesidades de los demás por delante de los nuestros propios. Es la virtud que nos impulsa a hacer el bien, incluso cuando no nos beneficia personalmente.

El amor es paciente, bondadoso y compasivo. Busca lo mejor para los demás, incluso si significa renunciar a nuestros propios deseos. El amor no es egoísta; es generoso y dispuesto a dar. El amor es la base de todas las demás virtudes. Sin amor, no podemos ser justos, sinceros, prudentes o templados. El amor nos motiva a hacer el bien, aunque no siempre sea fácil.

El amor es un don de Dios. Es un fruto del Espíritu Santo que habita en nosotros (Gálatas 5:22-23). El amor es una decisión; una elección de poner los necesidades de los demás por delante de los nuestros. Podemos decidir amar a los demás, incluso cuando no nos merecen nuestro amor. Podemos amar a los que nos hacen daño, aunque nunca nos lo agradezcan. Podemos amar a los que nos rechazan o nos ignoran.

El amor es un sacrificio. A veces, tenemos que renunciar a nuestros propios deseos y necesidades para ayudar a los demás. El amor requiere esfuerzo y disciplina. A veces es difícil, pero siempre vale la pena. El amor es la clave para una vida plena y satisfactoria. Sin amor, somos egocéntricos y amargados. Con amor, somos libres para amar y ser amados.

Santiago 3: 2 - ¿Por qué es tan importante controlar nuestra lengua?

La Escritura nos dice que la lengua es uno de los peores enemigos de la humanidad. La lengua puede construir y destruir, herir y sanar. Puede hablar la verdad o mentir. Puede dar gloria a Dios o blasfemia. Puede ser usada para hacer el bien o el mal.

Santiago 3: 2 dice: “Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es un varón perfecto, capaz también de frenar todo el cuerpo.”

Este versículo nos enseña que todos ofendemos y que es imposible no ofender. Sin embargo, podemos controlar lo que decimos. Podemos frenar nuestra lengua. Esto nos lleva a la pregunta: ¿por qué es tan importante controlar nuestra lengua?

Hay varias razones. En primer lugar, debemos controlar nuestra lengua porque nuestras palabras tienen consecuencias. Nuestras palabras pueden edificar o destruir. Pueden dar esperanza o derramar amargura. Pueden ser usadas para influir positivamente en la vida de otros o para herirlos profundamente.

Nuestras palabras pueden ser una bendición o una maldición. Debemos controlar nuestra lengua porque nuestras palabras tienen el poder de lastimar y herir. Una palabra mal hablada puede lastimar más profundamente que una puñalada.

En segundo lugar, debemos controlar nuestra lengua porque la forma en que hablamos refleja lo que hay en nuestro corazón. Mateo 12: 34 dice: “De la abundancia del corazón habla la boca.” Nuestras palabras son una ventana al alma. Lo que decimos refleja lo que hay en nuestro corazón. Si nuestro corazón está lleno de amor, hablaremos con amor. Si nuestro corazón está lleno de odio, hablaremos con odio. Si nuestro corazón está lleno de orgullo, hablaremos con orgullo.

Nuestras palabras revelan lo que hay en nuestro corazón. Debemos controlar nuestra lengua porque nuestras palabras pueden ser usadas para honrar a Dios o blasfemar contra Él. Las palabras son una forma de adoración. Pueden ser usadas para dar gloria a Dios o para deshonrarlo. Pueden ser usadas para alabar a Dios o para maldecirlo.

En tercer lugar, debemos controlar nuestra lengua porque nuestras palabras pueden ser usadas para sembrar la discordia o la paz. La lengua puede ser usada para iniciar peleas o para resolver conflictos. Puede ser usada para arruinar relaciones o para construirlas. Puede ser usada para separar a las personas o para unirlas.

En cuarto lugar, debemos controlar nuestra lengua porque la forma en que hablamos afecta nuestra espiritualidad. Las palabras que decimos y la forma en que las decimos pueden alejarnos de Dios o acercarnos a Él. Pueden ayudarnos a crecer espiritualmente o pueden hacer que retrocedamos.

Sólo Dios puede cambiar el corazón de una persona, pero podemos controlar la forma en que hablamos. Podemos decidir si nuestras palabras edificarán o destruirán, si glorificarán a Dios o le darán motivos para blasfemar. Controlar nuestra lengua es una señal de madurez espiritual. Santiago 3: 2 dice: “Si alguno no ofende en palabra, éste es un varón perfecto, capaz también de frenar todo el cuerpo.”

La capacidad de controlar nuestra lengua es un indicador de madurez espiritual. Cuando somos conscientes de la forma en que hablamos y de las palabras que decimos, estamos demostrando nuestro deseo de agradar a Dios. Estamos buscando su guía y dirección en nuestras vidas. Estamos tratando de vivir de acuerdo a sus principios. Estamos buscando ser más como Jesús.

Conclusión

1. "Háblense siempre con palabras amables, y que todo lo que digan sea bueno y edificante, a fin de que sean recibidos con agrado por el oído de Dios" (Efesios 4:29).

2. "El que habla mucho no peca, pero el que habla mucho y con insolencia peca" (Proverbios 10:19).

3. "Guarda silencio ante Jehová, y espera en él; no te alteres ni sea tu corazón impaciente, porque Jehová se encuentra a la mano de los que le temen, y él salvará" (Salmos 37:7-8).

4. "El hombre de bien hablará siempre con bondad, y el malo sólo hablará maldad; el hombre de bien hablará con inteligencia, y el malo hablará insensatamente" (Proverbios 15:28).

5. "La lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama el curso de la vida, y es inflamada por el infierno" (Santiago 3:6).

6. "El hombre de bien tiene siempre su lengua bajo control, y el malo habla insensatamente" (Proverbios 29:11).

7. "El que guarda silencio, será considerado como sabio; el que habla mucho, será considerado como insensato" (Proverbios 17:28).

8. "Los labios del justo saben qué es bueno, pero la boca del malvado, ¡sólo maldad!" (Proverbios 10:32).

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